
Tenemos pasión por el diseño de cubiertas y un diseñador muy profesional.
Brooklyn disfruta del desafío de trabajar en diferentes estilos.
El diseñador piensa como un lector , no como un escritor.
Las imágenes no deben ser ni demasiado conceptuales ni demasiado obvias.
Pensamos en las audiencias, en la visibilidad de las librerías, en quién lo va a leer.
Las portadas necesitan que los lectores “sientan” y que la imagen les impacte.
Es la pieza clave de un libro.